En la actualidad el Halloween es una comercialización de disfraces, máscaras y adornos macabros y es celebrado en parte de nuestra sociedad, inclusive en colegios particulares no católicos.
Los cristianos no debemos participar en esta celebración, Deuteronomio 18 (10 -13) declara que no debería hallarse en ti nadie que haga pasar por el fuego a su hijo o a su hija, nadie que emplee adivinación, practicante de magia ni nadie que busque agüeros ni hechicero ni uno que ate a otros con maleficio ni nadie que consulte a un médium espiritista o a un pronosticador profesional de sucesos ni nadie que pregunte a los muertos. Porque todo el que hace estas cosas es algo detestable a Jehová, y a causa de estas cosas detestables Jehová tu Dios va a expulsarlas de delante de ti. Debes resultar exento de falta con Jehová tu Dios.
Los cristianos católicos celebramos el día de Todos los Santos que inicia con una vigilia vespertina el 31 de octubre y concluye el 1 de noviembre. Cabe señalar, que el año 840, el papa Gregorio IV ordenó que la fiesta de Todos los Santo se celebrara universalmente.
Hoy día en muchos colegios católicos han adoptado esta celebración, con el fin de no dar pie a la celebración del Halloween , inculcándole a los niños que los cristianos no debemos celebrar Halloween y no darle pie al consumismo de objetos y artículos que van en contradicción con nuestra formación cristiana.
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