Las respuestas de Jesús a las tentaciones del demonio nos enseñan cómo podemos afrontar cada reto o desafío en nuestra vida
Cuaresma
es un tiempo de renovación, penitencia y conversión, en el que tenemos
la oportunidad de regresar a la casa del Padre con un corazón contrito.
Dios, al igual que en la parábola del hijo pródigo, está siempre de pie en la puerta con los brazos extendidos para abrazarnos y consolarnos. No importa cuántas veces nos alejemos, siempre tendremos las puertas abiertas para regresar a la casa de Dios
No debemos olvidar que Jesús fue tentado como nosotros, y Él tiene un buen consejo bíblico para darnos que funcionó para Él.
En cada uno de los tres Evangelios, después de su bautismo, indican que Jesús pasó cuarenta días en el desierto, ayunando y orando.
En cada una de las tentaciones, Jesús se resiste citando palabras de la Escritura para reprender y vencer a las tentaciones del demonio
Cada tentación que Jesús enfrenta nos da una clara enseñanza para fortalecer nuestro espíritu mientras caminamos cuarenta días por el desierto de la Cuaresma.
El rechazo de Jesús a las tentaciones del demonio demuestra no se debe poner a prueba a Dios. Jesús reprende al demonio por su confianza en Dios y a la autoridad de las Sagradas Escrituras.
Las respuestas de Jesús a las tentaciones del demonio nos enseñan cómo podemos afrontar cada reto o desafío en nuestra vida.
En este comienzo de nuestro viaje a través de la Cuaresma, debemos tener la misma confianza que Jesús tuvo frente a la tentación:
Dios, al igual que en la parábola del hijo pródigo, está siempre de pie en la puerta con los brazos extendidos para abrazarnos y consolarnos. No importa cuántas veces nos alejemos, siempre tendremos las puertas abiertas para regresar a la casa de Dios
Primer Domingo de Cuaresma
Cuando Jesús fue tentado en el desierto, recurrió a tres pasajes de las Escrituras para defenderse, y que, al igual que a Él, nos pueden ayudar en nuestro propio camino de Cuaresma.No debemos olvidar que Jesús fue tentado como nosotros, y Él tiene un buen consejo bíblico para darnos que funcionó para Él.
En cada uno de los tres Evangelios, después de su bautismo, indican que Jesús pasó cuarenta días en el desierto, ayunando y orando.
Jesús vence las tentaciones del demonio
En Lucas y en Mateo, el demonio presenta tres tentaciones a Jesús. El demonio tienta a Jesús a usar su poder para calmar su hambre, le ofrece a Jesús todos los reinos del mundo a cambio de que Jesús lo adore, y él lo tienta para poner a prueba la promesa de la protección de Dios.En cada una de las tentaciones, Jesús se resiste citando palabras de la Escritura para reprender y vencer a las tentaciones del demonio
Cada tentación que Jesús enfrenta nos da una clara enseñanza para fortalecer nuestro espíritu mientras caminamos cuarenta días por el desierto de la Cuaresma.
No poner a prueba el poder y las promesas de Dios
Debemos de confiar en que Dios proveerá nuestras necesidades físicas o espirituales en todo momento y en que Dios, es un Dios que no falla y siempre es fiel a sus promesas.El rechazo de Jesús a las tentaciones del demonio demuestra no se debe poner a prueba a Dios. Jesús reprende al demonio por su confianza en Dios y a la autoridad de las Sagradas Escrituras.
¿Qué aprendemos de las tentaciones del demonio?
En este Primer Domingo de Cuaresma debemos aprender que cualquier cosa que nos lleve a desconfiar de la protección de Dios es una tentación del demonio.Las respuestas de Jesús a las tentaciones del demonio nos enseñan cómo podemos afrontar cada reto o desafío en nuestra vida.
En este comienzo de nuestro viaje a través de la Cuaresma, debemos tener la misma confianza que Jesús tuvo frente a la tentación:
- La palabra de Dios es suficiente
- ¡Solo Dios basta!
- Confiar en las promesas de Dios
Oración para el primer Domingo de Cuaresma
Señor
Jesús, Tú nos has llamado a renunciar al mal y a tener siempre presente
que, siendo el Hijo del Dios vivo, también fuiste tentado por las
fuerzas del mal.
Tú
resististe a las tentaciones con la sabiduría de las
Escrituras. Elegiste el servicio en lugar de la fama, el sacrificio en
lugar del poder, la confianza en el Padre en lugar de la traición.
Enséñame
a mantenerme fiel a tus promesas y seguir tu Palabra con fidelidad,
porque Ella es escudo que resiste toda prueba y me ayuda a crecer en
santidad
Enséñame a
reconocer las distintas apariciones del mal en todas sus formas y a
estar en guardia contra el enemigo malo que se me presenta como ángel de
luz para engañar a mi alma y torcer mis caminos
Concédeme
la gracia y la fuerza para enfrentar con valentía y sabiduría todo lo
que hace daño a mi espíritu y a mantenerme firme en tiempos de prueba y
tentaciones, sabiendo que tu amor y tu respaldo están siempre conmigo.
Que
se haga siempre tu voluntad en mi vida y que, junto a tus santos y a
todos tus ángeles, pueda proclamar para siempre las alabanzas eternas a
tu Santo Nombre.
Amén
Oración contra las tentaciones del demonio
Señor,
quiero entregarte ahora todo lo soy. Sé que Tú guías mis pasos y
quieres lo mejor para mí. Gracias por las bendiciones que a diario me
das y que me permiten salir victorioso en cada tentación que sufro en mi
vida.
Este
mundo me invita a tener más, a sobresalir, y todo esto puede llevar a
mi alma a desiertos de frustraciones, a desiertos de amarguras, de dolor
y depresiones en donde el demonio, aprovechándose de mi debidlidad,
puede desviarme de mi deseo de buscarte y serte fiel.
Me
reconozco necesitado de tu amor y de tu poder. Ayúdame a vivir en
profundidad mi camino de conversión, a buscar ese encuentro contigo en
el silencio y en la soledad
Ayúdame
a dejarme guiar por las inspiraciones de tu Espíritu Santo, ese mismo
que te llevó, a través del sacrificio y la oración, a un desierto de
necesidades para fortalecerte con su Palabra.
Confío
en tu gracia transformadora. Confío en tu abrazo consoladora que me
conducirá hasta ese desierto que me ayudará a crecer en la fe y con el
que puedo resistir a las fuerzas del mal
Confío
en tu ayuda y pongo todos mis proyectos y a todos los míos bajo tu
amparo. Estoy seguro que saldré adelante porque Tú eres el dueño de mi
vida y el gran dador de cosas buenas.
Amén
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