Un minuto de esperanza: los problemas son bendiciones para crecer en la fe

Todo se mueve por el poder de Dios, y lo que sea que estés atravesando, allí hay un propósito, un tesoro escondido que hay que desenterrar

Cuando en tu vida te comiencen a envolver los problemas y cosas malas comiencen a sucederte, no respondas con ira discutiendo con Dios o rebelándote contra él. En su lugar, confía en que Dios cumplirá sus promesasy usará toda circunstancia a tu favor, incluyendo las malas, para así, lograr buenos propósitos en tu vida.

Recuerda que Dios es perfecto, y su voluntad es que seamos santos a través de las pruebas de la vida. Todo se mueve por el poder de Dios, y lo que sea que estés atravesando, allí hay un propósito, un tesoro escondido que hay que desenterrar.

No siempre sabemos cuál es la voluntad del Señor, especialmente en aquellos momentos cuando nos invade la oscuridad y hace que perdamos la luz de vista, y de pronto nos vemos desesperadamente buscando el rostro de Dios.

Tener fe y confiar es la clave, Dios siempre sabe dar cosas buenas a sus hijos, aun en medio del dolor y el sufrimiento.

"La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven". (Hebreos 11,1)

Minuto de fe y esperanza

Ese problema que estás atravesando no es para tu destrucción, sino para tu superación, crecimiento y fortaleza en la fe.

Quizás parezca difícil, pero nunca imposible; quizás falles, pero no te rindas, sigue intentándolo hasta ver lo que Dios ha prometido hacer en tu vida ¡Ánimo!

A veces es necesario que sucedan cambios que no quieres, para que puedas recibir aquello que tanto deseas. Permite a Dios transformar tu corazón.

Confía en que el poder de Dios transforma, libera, sana. Bendice y da nuevas oportunidades para triunfar y alcanzar cualquier objetivo.

Si Dios está de tu lado, ¿quién contra ti? Ten paciencia, no desesperes ante las adversidades que Dios colmará tu vida de fuerza y bendición.

Repite ahora: "Señor, quiero darte mi corazón y pasar tantos años como pueda amándote aquí y al llegar a nuestro encuentro celestial".

Amén