Santa María Faustina Kowalska es una de las videntes más importantes de la Iglesia. Fue a ella quien se le presentó la Divina Misericordia.
En su diario, la santa relató que se le permitió tener una visión del Infierno y atestiguar 7 sufrimientos que padecen las almas condenadas. Estos son:
- Pérdida de Dios: ya no hay posibilidad de que puedas estar con Dios, nunca más.
- Eterno remordimiento de conciencia: reconocer tus errores una y otra vez, sin poder remediarlos o mejorar.
- La condición de uno nunca cambiará: es estar en la misma situación de pecado por siempre.
- Fuego que penetra: es un fuego que se halla en el alma sin destruirla. Es un malestar puramente espiritual.
- Continua oscuridad y un terrible olor sofocante: a pesar de la oscuridad, los demonios y las almas de los condenados pueden verse entre sí. Y lo único que ven es el mal en su interior.
- Compañía constante de Satanás: así es, ese ser existe, y lo tendrás como compañía por el resto de la eternidad.
- Desesperación: uno puede intentar vivir así por resignación. Pero llega el terrible momento en que se da cuenta de que nunca cambiará. Será así por siempre.
La santa señaló que esto es solo “una sombra pálida” de lo que vio, y advirtió lo siguiente: “La mayoría de las almas que están allí, son aquellos que dejaron de creer que hay un Infierno”.
Hay que recordar que todo esto existe y es sano tenerle miedo, pero este temor no debe hacernos olvidar que Dios ha vencido toda penumbra; y que con Él, todo este mal desaparece. Pero solo con Él.
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