domingo, 17 de febrero de 2019

5 sorprendentes revelaciones del tercer secreto de Fátima

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El Ángel, la espada flameante, la penitencia, los mártires y el Inmaculado Corazón de María. El tecer secreto de Fátima nos da esperanza


Este 13 de mayo del 2017, se cumplen 100 años de las apariciones marianas en Fátima, Portugal.
Durante el siglo pasado, personas de todo el mundo han desarrollado teorías destinadas a descifrar el mensaje oculto de los tres secretos de Fátima. Sin embargo, la Hermana Lucia dijo que: "la interpretación no pertenecía al visionario, sino a la Iglesia".
Corresponde a la Iglesia interpretar los diversos signos y símbolos de Nuestra Señora de Fátima para dar a los fieles un mensaje claro para que así podamos entender lo que Dios quiere revelarnos.
La Iglesia hizo exactamente eso en el año 2000 cuando el Cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, escribió un largo texto teológico e interpretación del famoso "Tercer Secreto". Fue hecho con la misión de aclarar los signos y símbolos encontrados en las visiones de Nuestra Señora, e hizo algunos sorprendentes descubrimientos.
Aquí están las cinco sorprendentes revelaciones encontradas en el "Tercer Secreto" de Nuestra Señora de Fátima, según lo interpretado por el Cardenal Ratzinger (ahora Papa Emérito Benedicto XVI).

1.- ¡Penitencia, penitencia, penitencia!

La palabra clave de este tercera secreto es el triple clamor de: "¡Penitencia, penitencia, penitencia!" El principio del Evangelio viene a la mente:
"Arrepiéntete y cree en la Buena Nueva" (Mc 1,15).
Comprender los signos de los tiempos significa aceptar la urgencia de la penitencia, de la conversión de la fe. Esta es la respuesta correcta a este momento de la historia, caracterizado por los graves peligros que se esbozan en las imágenes que se siguen.
El mensaje central de Nuestra Señora de Fátima era penitencia. Ella trató de recordar al mundo la necesidad de alejarse del mal y reparar el daño causado por nuestros pecados.
Esta es la clave para entender el resto del secreto. Todo gira en torno a la necesidad del arrepentimiento.

2.- El Ángel y la espada flameante.

El ángel con la espada flameante a la izquierda de la Madre de Dios recuerda imágenes similares del Libro del Apocalipsis. Esto representa la amenaza de juicio que se cierne sobre el mundo.
Hoy la perspectiva de que el mundo se reduzca a cenizas por un mar de fuego ya no parece tan fantástica: el hombre mismo, con sus invenciones, ha forjado la espada flameante.
La visión entonces muestra el poder que se opone a la fuerza de la destrucción, el esplendor de la Madre de Dios y, derivando de esto de cierta manera, la convocatoria a la penitencia.
Esta parte particular de la aparición tiende a ser la más angustiante. Sin embargo, el cardenal Ratzinger señala que la espada flameante sería algo que creamos (como una bomba atómica) en oposición a cualquier fuego que se derive de cielo.
La buena noticia es que la visión registra que la espada flameante se extinguió en contacto con el esplendor de Nuestra Señora en relación con el llamado de penitencia. La Madre Bendita tiene la última palabra y su resplandor puede detener cualquier cataclismo.

3.- El futuro aún no está establecido.

La importancia de la libertad humana está subrayada: el futuro no es inmutable, y la imagen que vieron los niños no es de ninguna manera una imagen previa de un futuro en el que nada puede ser cambiado.
De hecho, todo el punto de la visión es traer la libertad a la escena y dirigir la libertad en una dirección positiva. La visión está destinada a movilizar las fuerzas del cambio en la dirección correcta.
Contrariamente a la creencia popular, las intensas visiones concedidas por Nuestra Señora de Fátima no son un adelanto de lo que ocurrirá. Son una imagen de lo que podría suceder si no respondemos al llamado de la Virgen a la penitencia y a la conversión del corazón.
Todavía conservamos nuestro libre albedrío y somos instados a usarlo para el bien de toda la humanidad.

4.- La Sangre de los Mártires es la Semilla de la Iglesia.

La conclusión del secreto es una visión consoladora, que busca abrir una historia de sangre y lágrimas al poder sanador de Dios.
Bajo los brazos de la cruz, los ángeles recolectan la sangre de los mártires y con ella dan vida a las almas que se dirigen a Dios. Debido a la muerte de Cristo, nació la Iglesia, formando testigos que son fructíferos para la futura vida de la misma.
Por lo tanto, la visión de la tercera parte del secreto, tan angustiosa al principio, concluye con una imagen de esperanza: ningún sufrimiento es en vano, y esta es una Iglesia sufriente, una Iglesia de mártires, que se convierte en un cartel para el hombre en su búsqueda de Dios.
Es cierto que la visión contiene mucho sufrimiento y peligro, pero no es en vano. La Iglesia puede que sufra mucho en los próximos años, y esto no debería sorprendernos.
La Iglesia ha sufrido persecución desde la crucifixión y nuestro sufrimiento en el tiempo presente sólo producirá buenos efectos en el futuro.

5.- Tomar el Corazón. Yo he vencido al mundo.

"Mi Corazón Inmaculado triunfará". ¿Qué significa esto? El Corazón abierto a Dios, purificado por la contemplación de Dios, es más fuerte que las armas de todo tipo.
El Maligno tiene poder en este mundo, tiene poder porque nuestra libertad se ve comúnmente alejada de Dios. Pero, la libertad de escoger el mal ya no tiene la última palabra, la palabra que prevalece es ésta:
"En el mundo tendrás tribulación, pero ten coraje. Yo he vencido al mundo" (Jn 16, 33)
El mensaje de Fátima nos invita a confiar en esta promesa
Para concluir, el secreto de Fátima nos da esperanza en medio de un mundo desgarrado por la codicia, el egoísmo y la guerra.
El demonio no triunfará y sus planes malvados serán frustrados por el Inmaculado Corazón de María. Puede haber sufrimiento en un futuro, pero si nos aferramos firmemente a Jesús y a su madre, seguiremos victoriosos.

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