El amor del padre

1.-Dios te ama y quiere lo mejor para ti porque es tu padre
No temas porque yo te he rescatado, te he llamado por tu nombre, tu eres mio. (is 43,1)
Con amor eterno y gratuito te he amado (jr. 32,3)
Dios te ama con tus cualidades y defectos.
El no te ama por tus cualidades, si no con tus cualidades.
Dios no te deja de amar por tus defectos, te ama con ellos.
Te ama a ti y te acepta por amor.
Como creador tiene un plan de amor para ti:
2.-Dios te llama personalmente por tu nombre
No temas,te he llamado por tu nombre, tu eres mio. Eres precioso a mis ojos, eres estimado y yo te amo. No temas que yo estoy con tigo. (Is 43,1)
3.-Mi padre todo poderoso esta con migo
Podría una madre olvidarse del hijo de sus entrañas?.
Pues yo de ti nunca me podre olvidar (Is 49,15).
Los montes se correrán y las colinas se moverán, pero mi amor de ti no se apartara (Is 54,10).
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4.- Dios te invita a que lo ames
¿Puedes aceptar esta verdad y esta realidad en tu corazón y en tu vida?

¿Hay algo que te lo impide?
5.- Yo descubro el amor de Dios de este modo.
Tu no necesitas aparentar otra cosa distinta de lo que eres para que Dios te ame.

Te ama como eres.

Es mas, el te hizo así.
A su imagen y semejanza
Dios lo sedujo y el se dejo seducir (jr 20,7)
Dios es amor
Pero nadie puede amarlo, si antes no ha experimentado su amor
Dios no nos ama porque nosotros lo amamos, sino porque el es amor
El amor de dios origina mi vida, le da sentido pleno y la dirige.
Me ama de manera incondicional, tal y como soy
Me ama de manera fiel: nunca me abandona
Me ama de modo respetuoso: no me manipula ni me chantajea
Me ama de modo gratuito: con amor mayor del que me imagino
Me ama de modo personal porque soy su hijo
Me ama de modo paternal: porque es mi padre
“Vean a los pájaros del cielo. Ellos no siembran ni cosechan y dios les da cada día su alimento”
“Vean los lirios del campo ellos no hilan ni tejen y dios los viste con belleza inigualable”.
El piloto
Hay tiempos en nuestra vida que los sucesos nos sacuden un poco y nos encontramos en turbulencia. No vemos terreno sólido y nuestros pies no pisan lugar seguro. No tenemos de dónde agarrarnos, y no nos sentimos seguros. Pero recordemos que nuestro amadísimo Padre Celestial es nuestro piloto. A pesar de las circunstancias, nuestras vidas están puestas en el creador del cielo y la tierra. Y la próxima vez que llegue una tormenta a tu vida o si en este momento estás pasando por una, alza tu mirada al cielo, siéntete confiado y di para ti mismo:
¡Mi Padre es el piloto!