La Comunidad José y María nació un martes 26 de Febrero de
1978 en la ciudad de Santa Ana, El Salvador, Centro América. Su nacimiento se
origina en el interior del fenómeno religioso llamado ahora “Renovación en el
Espíritu Santo”, según el Concilio Vaticano II, que es una gracia de Dios a la
Iglesia y al mundo.
El lugar donde se realizaba el cenáculo es la casa que
actualmente se está adecuando el hogar de las niñas y adolescentes embarazadas
en abandono, desde ese día hasta la fecha se ha realizado siempre los días
martes.
Para el año 2001, la Comunidad José y María se trasladaron a
una casita, que se alquilaba con mucho sacrificio. El pueblo de Dios daba sus
pequeños aportes de acuerdo a sus posibilidades que aunque eran pocas, eran
millonarias de amor. Eran como las monedas de la viuda. Y ahí estuvo el
milagro. Dios siempre ha proveído y ha multiplicado. Nosotros solo debemos
CONFIAR.
Ya para el año 2007, el Señor mostró a un alma generosa, la
forma como podía servirle a su obra y financió la construcción del santuario de
la Comunidad José y María que hoy conocemos. La casita había sido adquirida
mediante un préstamo bancario, se demolió y poco a poco fue surgiendo el
edificio que tiene una multifuncionalidad, durante la semana y en el segundo
nivel, opera una Clínica Asistencial familiar. Los martes, en el primer nivel,
se desarrolla dos Asambleas o Cenáculos.
Somos creyentes que el principal objetivo es llevar “La
Palabra y el Plan de Dios”, de extender el conocimiento a los demás que “Jesús
de Nazaret está vivo” y que Él nos ha impulsado a la creación de nuevas Comunidades
José y María en el mundo.
Todos los servidores hemos sido tocados por la mano de Dios.
Todos los servidores somos privilegiados porque Dios dirigió su mirada hacia
nosotros, nos ha escogido para servirle, nos ha llamado por nuestro nombre. Así
hemos ido formándonos.
Así, se tiene la Comunidad Madre José y María de El Salvador
como responsable, de la cual nacen todos las demás Comunidades José y María del
mundo y cada una de ellas tienen un Líder como responsable que se reporta
directamente al Líder de la Comunidad Madre.
A través del tiempo y desarrollando la evangelización
acelerada del Señor, nace la necesidad de crear el “Movimiento de las
Comunidades José y María” en el mundo, que nos ha permitido ordenarnos y
organizarnos mejor y tener actualmente en funcionamiento nuestros Estatutos,
Reglamento, Estructura con lineamentos y directrices sencillas y claras.
En esta fecha (*) somos ochenta y siete Comunidades José y
María en el mundo, incorporadas al interior de la Santa Madre Iglesia Católica.
“El Señor irá delante de ti. El estará contigo, no te dejará
ni te abandonará. No temas ni te acobardes”.
(Deuteronomio 31,8)
*16-01-2016
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