Papa Francisco: Jesús se opone a los falsos beneficios, adivinos que predicen que el fin del mundo está cerca. No consultes horóscopo
En una de sus exhortaciones realizadas, el Papa Franciscos le ha indicado a todo el pueblo cristiano que permanezcan fieles a Dios y que no presten atención a los horóscopos ni adivinos, en su lugar, alcen la mirada hacia Jesucristo.
Después de recitar el Ángelus en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco reflexionó sobre el Evangelio de Marcos (13,24-32), en el que Jesús le habla a sus discípulos acerca de cómo será aquel día del juicio final, haciendo énfasis en la importancia de recurrir a Jesús en lugar de horóscopos y adivinos. A continuación su mensaje:
Dios quiere nuestra atención
Jesús está a nuestro lado, camina con nosotros, nos quiere. Él quiere apartar a sus discípulos de cada época, de la curiosidad de las fechas, las predicciones, los horóscopos, y concentrar nuestra atención sobre el hoy de la historia...
Me gustaría preguntarles, pero no contesten en voz alta; cada uno en su interior se responde a sí mismo: ¿cuántos hay entre nosotros que leer el horóscopo todos los días? En silencio, cada uno que se responda... Y cuando sientes ganas de leer el horóscopo, mejor mira a Jesús que está contigo. Esto es mejor y te hará bien
Él nos llama a la espera y la vigilancia, que excluyen tanto la impaciencia como la pereza, tanto las fugas hacia delante como el permanecer encarcelados en la actualidad de lo mundano.
Jesús no es un punto final de nuestro viaje, sino una forma de vida.
Dios camina con nosotros
El Señor Jesús no es sólo un punto de destino de nuestra peregrinación terrena, sino también presencia constante en nuestras vidas.
Él se opone a los falsos beneficios, los adivinos que predicen que el fin del mundo está cerca; que contrarresta el fatalismo. Él está a nuestro lado; camina con nosotros; Él nos ama tanto... Permanece como luz que guía y anima nuestros pasos y nos perdona siempre, porque está al lado nuestro. Sólo es necesario mirarlo y nos cambia el corazón, concluyó
Papa Francisco. Reflexión antes del rezo del Ángelus, 15/11/2015
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