Un vídeo relata el testimonio de Dolors Bueno
El día decidido para suicidarse era el 2 de noviembre de 2011. Dolors Bueno, estudiante de Química en la Universidad, le pidió a Dios que la quitara de en medio: “Señor, llévame ya, no soy útil en este mundo”.
“Estaba convencida que Dios había hecho un error conmigo, que algo había salido mal”, relata en este vídeo que ha recogido la Federació de Cristians de Catalunya:
Esta universitaria no llegó a acabar con su vida: mandó un mensaje a la directora de la residencia universitaria donde vivía y menos mal que ésta la acompañó a urgencias al hospital.
“Nunca dejé de creer”, pero no sabía qué hacer, revela esta joven que llegó a una “apatía extrema”, sin ilusión y con mucha ansiedad.
“Las ideas de muerte” le venían constantemente: “Iba por la calle por el paso de peatones y cruzaba con el semáforo rojo y si le atropellaban se acababa ya todo. Estas ideas estaban ahí y no podía controlarlas”.
El apoyo de su madre, de su familia, amigos y profesionales “ha sido fundamental”. Reconoce que las personas con una enfermedad mental están arrinconadas y sobretodo solas: “La desesperación es brutal, yo pedía morirme”.
“Necesito que Dios exista y que sea el Dios cristiano que ha pasado por lo que yo he pasado”, reconoce, y se identifica con el grito desgarrador de “Señor, Señor, por qué me has abandonado?”.
“Superé la depresión, pero la huella es honda”.
“Mi especialización son los suicidas: rezo y empatizo con ellos, sé la soledad inmensa que están pasando”, reconoce.
Dejarse ayudar y tener fe han sido para ella su apoyo. “El Catecismo no dice ve a psicoterapia y estarás cerca de Dios”, admite, pero anima a quien se sienta en el abismo a buscar soluciones entre profesionales.
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